La mayoría de la población en la Edad Media era analfabeta así que las imágenes de las iglesias románicas (en retablos, portadas y capiteles) eran los libros de piedra donde los fieles podían leer y aprender sobre los pasajes de la Biblia que oían en los sermones.
- Las pinturas cubrían la mayoría de los muros y del ábside de las iglesias.
- Se usaba la técnica del fresco: sobre el muro se echaba una capa de yeso y, aún húmedo, se pintaba sobre él de manera que los colores se fijaban mejor y nos han llegado hasta hoy.
- Las pinturas románicas son muy expresivas: las figuras tienen contornos negros muy marcados y colores uniformes.
- No hay profundidad ni volumen ni perspectiva.
- Las figuras están pegadas al fondo adaptándose, en ocasiones, al marco arquitectónico.
- Los personajes se ordenan en perspectiva jerárquica, el más importante es de mayor tamaño (p ej. Cristo, la Virgen...).
- No se deja apenas un espacio vacío (horror vacui) y los fondos son dorados.
El modelo más usado es el Pantocrátor (Cristo Todopoderoso en Majestad) en los ábsides que también se usa en las portadas. En los muros había escenas de la Biblia y las vidas de los santos.
Su disposición es la siguiente:
- Cristo en majestad aparece a mayor tamaño dentro de una mandorla o almendra mística rodeado de las letras griegas alfa (α) y omega (Ω) (principio y fin)
- Con su mano derecha bendice mientras que con la izquierda sostiene un libro con la frase "Ego Sum Lux Mundi" (Yo soy la luz del mundo).
- Se encuentra rodeado de las figuras de los 4 evangelistas: Juan con su águila, Mateo con un ángel, Marcos con un león y Lucas con un toro (Tetramorfos)